Para muchas personas, alejarse del chocolate o de los bollos no es nada fácil. No es una cuestión en la que únicamente nuestra fuerza de voluntad influya. Ya que, la adicción a la comida tiene un fortísimo componente psicológico que puede truncar nuestra dieta en cuestión de segundos.
¿Realmente queréis saber si sois adictos a la comida? O al menos, ¿a cierto tipo de comida? Se ha escrito bastante respecto a cómo determinados productos que combinan ingredientes como los cacahuetes con miel, chocolate con leche o patatas fritas puede resultar realmente complejo.
La comida que es rica en azúcares es mucho más atractiva para nosotros. Nuestros antepasados casi nunca tenían acceso al azúcar. Cuando tenían la fortuna de poder comer miel de un panal de abejas, se atiborraban. Ya que era energía que se iba a transformar en grasa y les ayudaría a sobrevivir con mayor facilidad.
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Adicción a la comida, ¿qué es?
Lo más importante, es saber qué se considera una adicción a la comida. Es algo sobre lo que los psicólogos tampoco se ponen de acuerdo realmente, así que no es un tema sencillo. Los trastornos relacionados con la alimentación (anorexia y bulimia) aunque tienen relación, no son lo mismo.
Usar el término adicción para la comida ha sido creado debate. Ya que se trata de los síntomas que crean la adicción no son similares para todas las sustancias. En el caso de la los alimentos, influyen factores que van desde los biológicos, psicológicos y conductuales.
Porque no son las sustancias las culpables de provocarnos este tipo de problema. Es nuestro cerebro el que nos crea esta adicción a la comida. Al comer determinado tipo de alimentos, nuestro cerebro responde de una manera distinta. La reacción positiva provoca la liberación de neutrotransmisores como la dopamina, que se encarga de premiar dicha conducta. Nuestro cerebro asocia como algo positivo el consumo de este tipo de alimentos.
En realidad, guarda cierta similitud con el consumo de sustancias estupefacientes como la cocaína o las anfetaminas. La respuesta rápida y positiva, acaba provocando adicción al efecto que provocan. Es tan rápida y satisfactorio, que como no lo dominemos, se adueñará de nosotros.
¿Qué alimentos son los más adictivos?
El estudio «Food and beverage consumption and food addiction among women in the nurses health studies» del 2017 es especialmente importante desde este punto de vista. Porque es el mayor que se ha realizado hasta el momento y es bastante fiable. y el primero con una dimensión bastante respetable. En él, se analizó que la adicción a la comida se dio en algo más del 5% de aquellos que participaron. El 25% en personas con sobrepeso y en dos tercios padecían obesidad.
Dentro de los alimentos más adictivos, destacaban las hamburguesas, patatas fritas, fritos, bebidas light y pizza.
Pero no han sido las únicas sustancias que provocaban adicción a la comida. Con menor potencial adictivo se encontraba el bacon, la carne de vacuno, palomitas de maíz, chocolatinas, pan blanco, mantequilla y el chocolate con leche.
No se ha hallado ningún tipo de relación entre el consumo de donuts o helados con la adicción a la comida.Por otro lado, el consumo de frutas, verduras y legumbres tenían una relación neutra o negativa.
Síntomas de la adicción a la comida
Para finalizar este artículo voy a proceder a dejaros cuáles pueden ser algunas de las señales de la adicción a la comida:
- Antojos recurrentes con ciertos alimentos. Independientemente de que hayamos comido hace poco y estemos saciados.
- Al comer alimentos que se nos antojan, los comemos de forma desmedida.
- Sentimiento de culpabilidad cuando comemos este tipo de alimentos. Aunque los volvemos a comer al poco tiempo.
- Justificación poco coherente de por qué consumes determinados alimentos que te provocan adicción.
- Tratas de poner limitaciones al consumo de este tipo de alimentos, pero de forma infructífera.
- Has intentado repetidamente dejar de comer o poner límites a ciertos alimentos (como por ejemplo incluir días libres en los que te saltas la prohibición) pero no ha funcionado.
- Aunque eres consciente de que te hacen engordar y son malos para la salud, los consumes de igual forma
Lo más importante de todo para controlar la adicción a la comida es ser consciente de que la padecemos. En caso de que por nosotros mismos no seamos capaces de regularla, debemos ponernos en manos de un especialista. Ya sea un psicólogo o un nutricionista, debe ser alguien ducho en la materia en el que nos tiene que ayudar a paliar este problema para conseguir salir de manera diferente y definitiva de este problema.