En un extremo del espectro está el sedentarismo y la obesidad. En el otro extremo, la adicción al deporte y la anorexia. Todos parecen estar de acuerdo que la obesidad es una mala cosa, ya sea en lo que respecta a la persona que aflige o le cuesta a la asistencia sanitaria subida de todos nosotros están abrumados con como resultado.
Pero ¿qué pasa con el exceso de ejercicio? Aparentemente, la adicción al deporte parece un buen problema serio a tener en cuenta. Muchas personas buscan excusas para no ir a entrenar y quedarse tumbado en el sofá durante todo el día. Choca que a determinadas personas, lo que le cueste sea justo lo contrario.
Tal vez no, pero hacer mucho ejercicio no es necesariamente sinónimo de salud. Muchas otras variables determinan la salud, de la nutrición para la vida familiar. La felicidad, en última instancia, depende de la conciencia de sí mismo y de la auto-realización. A veces, cruzamos la delicada línea de la constancia y de la obsesión, generando una adicción sin ser completamente conscientes.
A continuación, os dejamos alguno de los signos más notorios de la adicción al deporte:
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Adicción al deporte – Enfermedad, lesiones y depresión
El ejercicio es un combatiente maravillosa a la depresión, ya que libera endorfinas y la poderosa hormona serotonina. Sin embargo, demasiado ejercicio puede provocarnos justo lo contrario. No ir a entrenar, puede hacer que nos sintamos irritados. Por otra parte, al no ser capaz de encontrar continuamente la subida de endorfinas, puede conducirnos a una depresión.
El ejercicio es una válvula de escape de nuestra vida diaria. Cuando tenemos problemas en nuestra vida cotidiana, el deporte puede ser la forma que la mente tiene de alejarse de los mismos.
Pero realmente, no importa lo fuertes y grandes que podamos volvernos, ya que nuestros problemas y miedos siguen estando ahí cuando salgamos de entrenar. Como se suele decir, no podemos correr más rápido que nuestra sombra.
Adicción al deporte – Nuestra felicidad depende de nuestro estado de forma
Si bien se necesitamos mucha fuerza de voluntad y coraje para prepararnos y conseguir ponernos en forma, se necesita la misma cantidad de fuerza de voluntad para saber cuándo es suficiente y ha llegado el momento de probar algo diferente.
Nuestro tiempo que le podemos dedicar al deporte, a medida que nos vamos haciendo mayores, va a cambiar con el tiempo e posiblemente disminuyendo, a consecuencia de nuestras obligaciones y el deterioro paulatino de nuestras capacidades físicas. Las cualidades que expresamos en hacerlas son lo que cuenta. Es importante que aprendamos a separar el deporte de lo que es nuestra vida cotidiana.
Nuestras pasiones son importantes, y si hacer ejercicio es una de ellas, desde luego, tenemos que volcarnos en ello. Lo que estoy diciendo es que si nuestras relaciones sociales y personales están sufriendo como consecuencia de deporte y la importancia relativa de darle prioridad respecto a otras cosas en la vida.
Cómo nos relacionamos con los demás es mucho más importante que las actividades que hacemos. Una vez más, estoy adivinando que en vuestras lápida no os gustaría que rezara: «Aquí yace Juan. Montaba en bicicleta muy rápido«.
Adicción al deporte – Entrenar como un profesional, sin serlo
Algunas personas hacen ejercicios todos los días, durante todo el día. Pasan de hacer entrenamiento de peso a hacer ejercicios de flexibilidad, seguido de largas sesiones de cardio. Estas personas se llaman los atletas profesionales.
Pero la diferencia, es que a un profesional se le paga al hacer dicha actividad. Es un trabajo, y como tal, tiene que rendir. Si tratamos de rendir como un profesional, pero de forma gratuita, tal vez es hora de considerar cuáles son nuestras prioridades. Una vez más, nos tenemos que plantear la finalidad de hacer ejercicio.
Lejos de criticar a los que les gusta hacer ejercicio todos los días o incluso dos veces al día, lo que os quiero transmitir es que permanezcáis en paz y armonía con vosotros mismos, y que no os afecte que vuestro rendimiento no sea el de Usain Bolt.
Adicción al deporte – Indicadores
Para finalizar el artículo de hoy, os vamos a dejar algunos indicadores que pueden ayudarnos a detectar si padecemos o sufrimos adicción al deporte:
- Tolerancia: Es necesario hacer más y más deporta, para sentirnos satisfechos
- Descanso: Aumento de la agitación, fatiga y tensión si no hacemos ejercicio.
- Ocio: Hacer ejercicio durante más tiempo de lo previsto en la mayoría de los viajes de ocio
- La falta de control: Dificultad de escalar la duración y la intensidad del ejercicio.
- Tiempo invertido: Gastar grandes cantidades de tiempo en actividades relacionadas con el deporte.
- Reducción de otras actividades: El deporte nos hace perder tiempo de ver a nuestra familia y/o amigos
- Entrenar lesionado: Entrenamos incluso cuando estamos lesionados.