A raíz de haber visto en la televisión la noticia de que una famosa instaba a su hija (Brodie Bowen), de 7 años, a hacer actividad física funcional, orientado al entrenamiento de fuerza. Parecían estar alarmados ante la «atrocidad» cometida por la madre, tratando de encontrar a expertos que alegaran que no era bueno hacerlo.
Los mismos, en el extracto de corta duración que salía su conversación en el medio de comunicación, hablaban del efecto negativo a nivel psicológico (e incluso físico) si se les obligaba a la realizarlo en contra de su voluntad. Pero, únicamente hablaban de los efectos negativos si, adicionalmente, acompañaban esta práctica con el consumo de determinadas sustancias que podrían alterar el eje hormonal.
Pero, ¿realmente es malo que los niños entrenen la fuerza? Pues es lo que vamos a tratar de responder en este artículo es precisamente a esta pregunta. Vamos a tratar de derrumbar un mito duramente anclado en nuestra sociedad, ya que os adelanto que el entrenamiento de fuerza en niños favorece su crecimiento y mejora su estructura músculo-esquelética, siendo sumamente beneficioso hasta en niños con 7 años o incluso más jóvenes.
Mejora de la estructura ósea en niños al entrenar fuerza
La mayoría de las disciplinas deportivas que un niño realiza se rigen por habilidades de tipo motriz. Un caso claro, cuando un niño escala está desarrollando todos los músculos que se implican en una tracción, implicando el desarrollo de su musculatura dorsal (así como otros muchos grupos musculares). Pero correr y saltar es un ejemplo similar, siendo el punto común en diferentes actividades físicas la fuerza.
La fuerza muscular es fundamental para el desarrollo de habilidades motrices como podemos ver en el siguiente estudio, siendo especialmente potenciadas si somos capaces de mejorar nuestra fuerza, empleando o no cargas externas. Pero además el entrenamiento de fuerza en niños favorece al fortalecimiento de nuestra estructura ósea, ya que tal como se muestra en el siguiente estudio se produce un desarrollo del periostio que protege al hueso, el cual funciona como un escudo protector de la zona siendo de ayuda para combatir a la osteoporosis.
Incluso en actividades físicas realizadas con peso corporal, cuanto mayor fuerza impliquen mayor será su crecimiento óseo, que también PODRÍA redunda de forma positiva en sobre nuestro crecimiento. En este estudio se comprobó la mejor respuesta de nuestro cuerpo a actividades como el salto vertical sobre actividades menos demandantes como caminar.
El entrenamiento de fuerza en niños NO impide su crecimiento
Esto es importante: no existe ningún estudio tratado en base a los principios del método científico que apoye que los niños vayan a ver detenido su crecimiento tras el desarrollo de actividades de fuerza.
Pero es que, además, el índice de lesiones comparativo entre diferentes modalidades deportivas ensalza aún más la figura de los entrenamientos con cargas. Se analizó a 1.000 niños, los cuales fueron sometidos a diferentes tipo de actividades físicas, en el cual únicamente se registraron 3 lesiones al realizar actividades que involucraban la fuerza. De hecho, comprobaron como había niños de hasta de 6 años, que entrenaban 2-3 veces por semana, con rangos de repeticiones muy diferentes (de 1 a más de 25) y comprobaron que los beneficios fueron muy grandes y los problemas casi insignificantes.
De hecho, si analizamos la incidencia lesional en aquellas disciplinas deportivas de la fuerza más exigentes, como pueden ser el Powerlifting (deporte que conozco muy de cerca), se puede analizar que el coeficiente de lesiones es casi nulo, siendo 0 en algunos casos. Y es más, como indica este artículo el entrenamiento de fuerza como complemento de otra actividad física ayuda a reducir el riesgo de lesión hasta en un 50%.
Por tanto, y aunque se oponga a la tendencia social dominante, la actividad física en niños jóvenes es sumamente beneficiosa. Ahorra bien, cuando se trata de imponer a un niño a que lo haga por obligación puede ser sumamente nefasto, ya que se pueden desarrollar fuertes traumas como los que sufrió el niño Hércules. Aún así, si aplicamos la lógica, hasta comer determinados alimentos, cuando se impone a través de la fuerza irracional, puede provocar daños psicológicos en niños, así que no es una cuestión asociada al deporte sino a la metodología con la cual se enseña.