Posiblemente, el aspartamo, sea uno edulcorante con bastante mala fama. La importancia del aspartam oes la de dar sabor a productos para provocar sabor dulce, en vez de emplear azúcar para que posea menos calorías y que lo puedan tomar personas con problemas de diabetes. Hay varios estudios realizados en ratas, que se ha demostrado que los efectos del aspartamo son perniciosos, pudiendo provocar determinados tipos de cáncer su consumo recurrente.
Pero, ¿qué hay de verdad en todo esto? Vamos a analizarlo:
Contextualizando el aspartamo
Se trata de un edulcorante acalórico utilizado como aditivo alimentario para proporcionar sabor dulce en bebidas y postres de diferentes tipos. Llama la atención, que su dulzor es 200 veces superior al azúcar convencional. Se consigue a través s de los aminoácidos esenciales fenilalanina y ácido aspártico.
Al ser digerido, se parte en tres moléculas diferentes, que son la fenilalanina, ácido aspártico y metanol. El metanol se convierte en formaldehído, el cual es considerado cancerígeno. No obstante, la cantidad que se crea en el intestino es bastante pequeña, por lo que el riesgo es nimio.
Por último, y como aspecto importante, no altera la insulina tal como indica este estudio.
Debilidades y fortalezas del asparmato
Realmente, el caso en el cual las autoridades no recomiendan el consumo de asparmato es con fenilcetonuria. Básicamente, la fenilcetonuria es una enfermedad heredada donde la persona es incapaz de metabolizar el aminoácido tirosina a partir del aminoácido fenilalanina, ya que no generan la enzima fenilalanina hidroxilasa. Al no poder ser metabolizada, resulta tóxica
En base a estudios Soffritti y Halldorsson, se ha demostrado la potencionalidad tóxica del asparmato, como forma de queja a las recomendaciones sanitarias. Soffritti publicó este estudio, un estudio en ratas y ratones, en el que se concluyó que el aspartamo es un agente cancerígeno tanto en ratas como en ratones.
También Halldorsson publicó un estudio de cohorte prospectivo en mujeres danesas, concluyendo que la ingesta de refrescos edulcorados artificialmente podría aumentar el riesgo de parto prematuro.
La EFSA, no obstante, reaccionó y cargó con otro estudio en el cual se concluyó en que el consumo de aspartamo es seguro, tanto en niños, como en mujeres embarazadas, siempre y que se consuma en cantidades no tremendamente excesivas. Se determinó que no es neurotóxica, no es carcinógena, ni afecta a la función cognitiva.
De todos modos, es importante, que respecto a este tema veamos cómo se van desarrollando los acontecimientos a nivel científico. A priori, no debe haber ningún problema en cuanto al consumo de aspartamo ya que hay más evidencias científicas sobre sus fortalezas. Pero no hay que olvidar el estudio Soffritti y Halldorsson, que apunta de manera directa que el asparmato puede resultar ser un producto peor de lo que aparentemente es.