La respuesta corta a la pregunta de si podemos bajar de peso sin ejercicio con pesas es que sí, pero claro, como suele ocurrir casi siempre, hay algún que otro pero en todo este controvertido asunto.
Cuando empezamos a perder peso, se desencadenan una serie de procesos en nuestro cuerpo, que provoca una variación en su composición, pero, uno de los fenómenos que se suelen desembocar cuando adelgazamos es que disminuimos nuestro porcentaje de grasa corporal inicial, pero por el contrario, algo que suele suceder también es que desaparece bastante músculo en dicho proceso.
Y, por extensión, cuanto más adelgacemos, más músculo vamos a a perder, aunque esto depende de una serie de variables que hemos mencionado en otros artículos. La función principal de entrenamiento con pesas en cualquier dieta, es mantener la masa muscular, pero cuando se reduce el riesgo de pérdida de masa muscular, la importancia del entrenamiento disminuye.
Esto, tiene una importancia crucial a la hora planificar nuestra vida futura una vez hayamos adelgazado. La masa muscular, aumenta nuestra tasa de metabolismo basal, haciendo que las calorías para mantenernos de peso que necesitamos sean más altas.
Este factor desencadena, que a la larga, sea mucho más fácil de sostener una dieta para una persona que está entrenada y que tiene cierta cantidad de masa muscular, y no digo que sea necesario tener una barbaridad de ella.
Si vemos este proceso a la larga, en un año, tener una tasa metabólica más elevada, puede dar variaciones de 5-7 kg anuales en condiciones de alimentación idénticas. No es algo que nos vaya a marcar en cuestión de semanas, pero sí de forma muy significativa a la larga.
Adicionamente, habituar al cuerpo al deporte, hace posible que el proceso de eliminación sea mucho más rápido. Si bien es cierto, que a través de una dieta equilibrada y bien estructurada, podemos bajar de peso sin ejercicio, la realidad es que el deporte es el complemento perfecto.
Por último, incluso el ejercicio cardiovascular, tiene algún efecto en la catabolización de masa muscular. Y lo digo en sentido positivo, ya que el cardio, a parte de ayudarnos a eliminar calorías, provoca que nuestro cuerpo demande más líquidos. El líquido inhibe nuestro apetito, influyendo de forma directa sobre nuestros hábitos alimenticios.
Si nos ceñimos dogmáticamente al poder o no poder bajar de peso sin ejercicio, la respuesta es sí. Pero como hemos visto a lo largo de este artículo, el deporte es crucial, no sólo para mejorar nuestra figura, sino para acelerar el proceso de pérdida de peso y hacer que sea más sostenible a largo plazo.
