Por extraño que parezca, con el creciente número de ortoréxicos en el campo de la salud y de la preparación física, algunos podrían que ingerir comida insana es malo y perjudicial para su salud, afectando a su tasa metabólica. Por supuesto, en el otro extremo del espectro están los que piensan que se puede comer de todo con tal alcanzar las calorías necesarias para ganar masa muscular (en época de volumen).
Esta es la razón por la mayoría de las dietas de transformación del físico duran 12 semanas, para evitar desfases alimenticios. Es tiempo suficiente para ver los resultados y siempre pudiendo mantener la disciplina alimenticia bajo límites sensatos. Pero después de esto, la mayoría vuelve a sus antiguos hábitos alimenticios y comienza a recuperar el peso perdido, como si trataran de castigar al pollo o al brócoli que han consumido durante los últimos 3 meses.
Esto es por lo que estoy en contra de los entrenadores que no permiten que sus clientes se desvíen de sus dietas ni lo más mínimo durante estos meses, ya que hacer alguna comida trampa durante el período de dieta es fundamental.
Hacer alguna comida trampa, no sólo permite que nos demos algún capricho, sino que mantiene nuestra tasa metabólica activa. Se pierde grasa más rápidamente, si mantenemos el metabolismo activo comiendo cada 3-6 días alguna comida trampa.
A continuación, os vamos a dar algunos consejos a la hora de incorporar alguna comida trampa a nuestra dieta:
Comida trampa – Trucos al hacerla
Así es como se pueden realizar las comidas trampa para optimizar la quema de grasa y no perder la cabeza ingiriendo una barbaridad de calorías:
- Las proteínas deben ser lo primero que consumamos. La proteína es un importante regulador del apetito, por lo que nos ayudará a comer la cantidad adecuada y todavía sentirse llenos y satisfecho.
- Consumir la cantidad adecuada de hidratos de carbono. Esto necesitará unas cuantas pruebas de ensayo y error, pero se puede ir regulando de comida trampa en comida trampa. Si nuestro cuerpo maneja la cantidad de hidratos de carbono, así, la grasa de nuestro cuerpo debería haber disminuido, así como nuestra masa magra (no muscular, masa magra!). Así que si, por ejemplo, hicimos una comida trampa el sábado, y a raíz del exceso de helado que consumimos excedimos el límite diario permitido, deberemos regularlo la próxima comida trampa.
- Es adecuado marcarnos una planificación adecuada al hacer una comida trampa. De esta manera, nos va a permitir tener controlado lo que vamos a comer sin excedernos. Algo que suele pasar cuando hacemos una comida trampa, es que perdamos el control, ya que nuestro cuerpo nos pedirá seguir comiendo y comiendo. Por eso es necesario una regulación adecuada a través de un plan preciso de lo que vamos a ingerir.
- Es importante configurar el entorno adecuado para hacer una comida trampa. Colocaremos los alimentos que vamos a comer en la mesa y únicamente nos dedicaremos a comer los que estén ahí presentes, sin tener que hacer más viajes a la nevera para abastecernos.
- Deberemos ajustar la cantidad de hidratos de carbono a medida que vayamos adelgazando. Cuanto menor sea la grasa corporal y la masa magra, más carbohidratos necesitará nuestro cuerpo.
Deberemos tener en cuenta que la relación de buenas comidas trampa deben estar en una proporción de 20: 1 a 30: 1. Nunca menos, y nunca más. Deberemos encontrar las relaciones óptimas y apegarse a unas cuantas reglas sencillas que nos asegurará lo que podemos comer y disfrutar.