El desayuno, es uno de los principales puntos débiles de nuestra dieta. Por norma general, no solemos consumir las calorías necesarias que nuestro cuerpo necesita al levantarse, principalmente porque decimos que «no tenemos hambre». Pero, el principal problema que subyace es una falta de estructuración a la hora de alimentarse que se cristaliza en comidas desequilibradas, haciendo que no suministremos a nuestro cuerpo las calorías que necesitamos para que funcione.
Para ello, os voy a echar una mano gracias a estos 5 consejos para sacar más rendimiento al desayuno que os brindo a continuación. Espero que os sean de ayuda:
Desayuna tan pronto como puedas
Es importante que desayunemos lo más pronto que podamos según nos levantemos, dentro de la primera media hora de actividad. La función principal del desayuno es acabar con el ayuno de la noche, incorporando nutrientes a nuestro cuerpo que rompan el proceso catabólico en el que se encuentra inmerso.
Un buen truco para conseguir que nos entre el desayuno, para aquellas personas que no soléis tener mucho hambre, es consumir pequeñas raciones, así nos hará ir comiendo poco a poco. Otro truco, es reducir la cantidad de comida que cenamos, para hacer apetito por la mañana, porque otro problema que está ligado con el desayuno es éste. Por tanto, reducir la cantidad de calorías consumidas por la noche, nos hará tener mayor apetito por la mañana.
Recuerda que una de las funciones del desayuno es romper el ayuno nocturno y proveer al organismo con nutrientes esenciales y energía para empezar el día. Si te cuesta desayunar a primera hora, o no tienes tiempo suficiente por la mañana, parte el desayuno en dos tomas, o prueba con raciones pequeñas. También ayuda a despertar el apetito empezar con toda tus rutinas de higiene diarias y dejar el desayuno para el final, antes de salir de casa. Así te das tiempo a despabilarte del todo.
Organización
Otro de los problemas que solemos tener con el desayuno, es que nos levantamos con apenas tiempo para desayunar. Para cualquier otra comida del día, tenemos más tiempo para prepararla o al menos elegir qué consumir. Para conseguir evitar este problema, podemos apostar por prepararnos el desayuno la noche de antes. De esta manera podremos saber qué queremos desayunar (eligiendo con más tiempo el qué queremos comer), además de ahorrar tiempo al no tener que preparar nada al levantarnos.
Incluir proteínas y fruta
Para nutrir a nuestros músculos, la proteína es el nutriente perfecto, más todavía para evitar el proceso catabólico en el que nuestro cuerpo entra tras llevar varias horas sin comer dado a que los restablecerá a nivel energético. Además de que también, son el nutriente que más ayuda a despertar nuestro metabolismo corporal.
Pero para que nuestro cuerpo sea capaz de asimilarlo lo más rápidamente posible, es importante que consumamos alimentos ricos en azúcares. Es por ello, por lo que es importante tomar fruta por la mañana en combinación con algún alimento rico en proteínas, como puede ser el pavo o el huevo. Un ejemplo de un desayuno equilibrado, sería el siguiente:
- Tortilla de 4 claras de huevo/60g de pavo/60 de queso fresco
- 1 Pera/plátano/manzana
- 1 puñado de nueces/almendras
- Taza de café con leche
