En una gran cantidad de ocasiones, nos preguntamos por qué razón estamos a dieta y no somos capaces de perder peso. Como bien sabéis, adelgazar no es una cuestión únicamente de comer menos, sino que debemos hacerlo con planificación.
En el artículo de hoy, procederé a tratar cuáles son los principales problemas que pueden ser los responsables de que no podamos perder peso al realizar una dieta:
Problemas básicos por los cuales una dieta fracasa
- Pensar que existen dietas que funcionan universalmente: es importante, que no puede haber una dieta para todas las personas, cada cual tiene sus características y funciona de una manera distinta en cada cuerpo. La dieta que le funcionó a nuestro hermano, no tiene porqué ser efectiva con nosotros mismos.
- Mala planificación: una dieta es un test de resistencia, perdiendo peso progresivamente, y no se basa en perder 234.423 kg las primeras semanas. De hecho, es negativo a todos los niveles perder peso a gran velocidad, pues desencadenaremos una respuesta hormonal negativa a nivel global, provocando que nuestro cuerpo se vuelva más eficiente almacenando grasa, y que comencemos a quemar masa muscular con rapidez.
- No se adquieren hábitos de alimentación oportunos: es muy típico de una dieta describir los alimentos que tienes que comer, pero en ocasiones lo realmente importante es establecer unos hábitos adecuados: horarios, evitar picar entre comidas, no cenar muy tarde, evitar las salsas.
- Falta de continuidad: es muy típico abandonar una dieta en cuanto se pierden esos 3-4 kilos de más. En ocasiones este peso perdido o parte de él se corresponde a agua, con lo que fácilmente se recupera. Lo realmente importante en una dieta es ser continuo y establecer unos hábitos alimentarios que duren siempre y que te hagan mantener el peso perdido.
- Falta de actividad física: una dieta para adelgazar, se vuelve mucho más efectiva cuando la combinamos con ejercicio físico. Entre los evidentes beneficios del deporte, de mejorar nuestra capacidad funcional, lograremos perder un número mayor de calorías y reactivar nuestra actividad metabólica.
Básicamente, una dieta debe organizarse a largo plazo, con lo que el componente psicológico es más importante de lo que inicialmente se puede llegar a pensar. No se debe de limitar sólo a la atención de alimentos y comidas, la reeducación nutricional y establecimiento de hábitos es igualmente importante. Finalmente, no deberemos de olvidar que no es cuestión de comer de una determinada manera durante un corto lapso de tiempo, sino que consiste en crear hábitos imperecederos de nutrición con los que seamos capaces de convivir.
