Las piernas, es uno de los músculos que más fácil es de conseguir tono muscular. Aunque hay muchas explicaciones por las cuales no se fortalecen las piernas, una de ellas es que o no se suelen entrenar, o las solemos entrenar de forma incorrecta.
Entre que la pierna suele ser un músculo muy sufrido a la hora de ejercitar porque cuesta bastante trabajo realizarlos, ya que al involucrar tantas fibras musculares, que es bastante angustioso y molesto ejercitarla.
En el artículo de hoy, os vamos a dar 3 ejercicios caseros para fortalecer las piernas, con la diferencia de otras selecciones que solemos ofreceros de que vamos a intentar escoger otro tipo de movimientos diferentes.
Antes de empezar, si queréis algunos ejercicios adicionales para tonificar las piernas, os dejamos el siguiente artículo:
► Ejercicios para tonificar las piernas
Contenidos
Ejercicios caseros para fortalecer las piernas – Sentadilla camarón
Las sentadillas, son un ejercicio perfecto para fortalecer las piernas. Pero, como bien sabéis, existen diferentes tipos de sentadillas que gozan de una mayor efectividad según para qué. La sentadilla camarón, es un ejercicio diferente y muy complicado, pero que es ideal para fortalecer las piernas al mismo tiempo que ganamos una gran cantidad de fuerza funcional. Se puede hacer desde casa sin ningún problema, pues es un ejercicio que se puede ejecutar con nuestro propio peso corporal.
Ejercicios caseros para fortalecer las piernas – Sentadilla goblet
La sentadilla goblet es un ejercicio perfecto para poder ganar tono muscular y forma física en las piernas. Adicionalmente, es un buen movimiento para mejorar la postura de la sentadilla y que trabaja los músculos de los aductores más eficientemente que una sentadilla normal. Además, tampoco conseguiremos un tamaño muscular exagerado al ejercitarla, pues la postura nos limita más el peso que la propia fuerza en las piernas.
Ejercicios caseros para fortalecer las piernas – Peso muerto rumano
Si queremos un movimiento que sea bueno para desarrollar y tonificar el femoral, el glúteo y la espalda baja, ése es el peso muerto rumano. Aunque es bastante molesto al principio, iremos adquiriendo bastante destreza a medida que lo realicemos unas cuantas semanas. Cuando empecemos a notar sus beneficios, acabaremos totalmente enganchado a este ejercicio.