Aunque no es muy conocido, la metodología de entrenamiento excéntrico nos puede reportar una gran cantidad de beneficios, ayudándonos a mejorar la fuerza y a incrementar la masa muscular, así como un sistema que nos ayude con la prevención y recuperación de lesiones.
Los ejercicios excéntricos, se suelen utilizar a la hora de entrenar aunque no lo sepamos. Aunque el nombre nos parezca extraños, la realidad es que es un sistema de entrenamiento muy habitual.
¿En qué consiste el entrenamiento excéntrico?
Todo movimiento en un ejercicio, consta de dos fases:
- Concéntrica: Que también se llama fase positiva, en la cual el músculo se contrae, de modo que las inserciones musculares se juntan y el movimiento va en dirección contraria de la fuerza gravitacional.
- Excéntrica: Que es la fase negativa (como se la llama convencionalmente)donde el músculo continua contraído pero de manera diferente de lo que suele ocurrir con la fase concéntrica ahora las inserciones musculares se distancian y el movimiento se genera a favor de la gravedad. La contracción excéntrica tiene la importante función de controlar, de parar el movimiento cuando éste sí que va en la misma dirección que la gravedad.
Beneficios del entrenamiento excéntrico
A continuación, os voy a explicar cuáles son algunos de los principales beneficios de aplicar el entrenamiento excéntrico en nuestras rutinas de ejercicios:
- Incrementa la fuerza muscular
- Mejora la elasticidad de los tejidos conectivos musculares
- Facilita y mejora el alargamiento de las fibras musculares
- Mejora la síntesis de colágeno en el tejido conectivo
- Reduce el riesgo de lesión
- Incrementa la contracción concéntrica
El entrenamiento excéntrico básicamente constituye el estimulo más potente a la hora de ayudarnos a incrementar la masa muscular, dado que entre otros factores podemos aplicar bastante más fuerza en un movimiento de estas características que en uno concéntrico. De hecho, como ya hemos comentado en otros artículos, se estima que se puede aplicar más de un 40%.
Dicho esto, no obstante, no significa que debamos centrar todas nuestras rutinas de entrenamiento en ejercicios excéntricos pues ocurre una cosa curiosa, y es que nuestro cuerpo se adapta mucho más fácilmente a los estímulos producidos por este tipo de movimientos. Por lo que es importante, que este tipo de entrenamiento se empleé de forma auxiliar o por no más de un mes e ir cambiándolo eventualmente.
Como conclusión, y en base al principio de supercompensación, si nos centramos en un entrenamiento excéntrico, vamos a conseguir adaptaciones físicas con regeneraciones musculares diferentes, haciendo que consigan fuerza en otro sentido. Lo que sería perfecto, como indiqué en el párrafo pasado, es alternarlos en microciclos con algunos ejercicios, de esta forma nos beneficiaremos de sus propiedades sin llegar a correr riesgos por demasiado carga de ejercicio.
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