Estoy convencido, que mucha gente piensa que es lo mismo tomar un zumo de frutas que tomar la fruta entera, porque realmente tiene sentido que así sea. Un zumo natural (no hablo de los hechos en fábrica), suele ser una combinación de diferentes piezas de frutas, sin nada más que añadir.
Pero, ¿es cierto que el zumo de fruta tenga el mismo efecto en nuestro organismo que una pieza entera? Veamos más detalladamente la cuestión.
Zumo de frutas vs pieza de fruta
Aunque en base a las conclusiones de diferentes estudios (aquí una referencia de uno de ellos), se determine que es más sano incluir en un desayuno zumo de frutas respecto a otras alternativas nutricionales, y mejor a la hora de hacernos adelgazar, tenemos que medir su efecto de forma independiente respecto a la fruta.
No se puede negar, no obstante, que un zumo de frutas natural nos va a aportar minerales y otros valiosos nutrientes que nuestro cuerpo utilizará óptimamente. Pero, de cara a perder peso, es cuestionable el efecto del zumo de frutas.
Cuando una pieza de frutas se exprime, lo que estamos haciendo es quitar prácticamente toda la fibra, que como bien sabéis se trata de uno de los nutrientes más interesantes que existen a la hora de ayudarnos a mejorar la digestión. Lo que provocamos de esta manera, es que al consumir un zumo de frutas sin que incluya ingredientes que modifiquen su digestión, sus componentes son rápidamente digeridos y absorbidos. Ésto, lo que hará es que se metabolice mucho antes, de manera diferente que cuando comemos fruta entera.
En este estudio y en este otro, se demostró la comparación existente a nivel de procesamiento entre el zumo y la pieza entera (una manzana y una naranja respectivamente se emplearon). Se demostró que había diferencias sustantivas en la saciedad cuando se consumía en zumo, respecto al puré y respecto a la pieza entera. Y la relación existente, es que cuanto menos consistente es, menos sacia.
Pero además, hay diferencias significativas en cuanto a los picos de insulina provocados cuando tomamos la fruta en zumo o entera. Los mismos estudios, indentifican que cuando tomamos la fruta en zumo, los picos de insulina en sangre producidos en nuestro cuerpo sean mayores. ¿Y qué provoca? Que el cuerpo use menos grasa como forma de energía, empleando otros recursos que consumir, siendo un desastre para aquellas personas que busquen quemar grasa.
Conclusiones
Aunque como se haya dicho al principio, haya estudios que apoyen el consumo de fruta en desayunos a la hora de bajar de peso, hay otros que dicen lo contrario dado a que basan sus estudios en términos no comparativos con otras opciones nutricionales.
Por ejemplo, en este estudio realizado entre mujeres, se comprobó que existía una relación directa entre el consumo de zumos de frutas y las ganancias de peso. De hecho, las personas que tomaron más zumo incrementaron su peso en cerca de 2 kilos.
Por último, es importante resaltar que el zumo de frutas en sí no es para nada malo, lo único en lo que debemos de tener cuidado es de consumirlo con precaución. Es decir, si abusamos de su consumo, vamos a ganar peso seguro, por lo que es mejor consumir piezas enteras de fruta antes que en su versión líquida.
Pero al igual que pasa con los frutos secos, que un alimento sea sano y beneficioso para la salud, no significativa que sea una opción óptima para tomar con frecuencia cuando estamos a dieta.
