El crucifijo
No se trata de un ejercicio específico para acabar con siervos del demonio, ni con esclavos del mal, sino que es un movimiento de los más letales que existen para fortalecer los hombros. El crucifijo, entra dentro de la categoría de ejercicios isométricos, al tratarse de un movimiento estático en el que tenemos que aguantar el máximo tiempo posible.