Todos hemos visto a personas que levantan cantidades impresionantes de peso, gruñendo, luchando y haciendo muecas de dolor y sufrimiento mientras lo hacen. Para los profanos, se trata de una proeza de fuerza, un espectáculo digno de ver.

Pero una mirada más cuidadosa y con experiencia en algunos de estos aspirantes a culturistas, detectaría una gran cantidad de defectos, como sentadillas parciales, press de banca con ayuda o curl de bíceps con balanceo. 

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