Como bien muchos sabéis, la fibra es un nutriente fundamental para llevar una dieta sana y puede sernos de gran ayuda para adelgazar rápidamente. Pero no hay un único tipo de fibra existente, ya que hay dos grandes tipologías que son:
- Fibra soluble
- Fibra insoluble
La fibra soluble e insoluble, son fuentes con las que debemos sustentar a nuestro cuerpo con el fin de fomentar y promover una buena salud, la digestión y para ayudarnos a prevenir enfermedades de diversa índole.
En el artículo de hoy, os vamos a explicar las diferencias entre la fibra soluble en insoluble y os vamos a narrar sus características principales. Gracias a esto, no volveréis a confundir nunca jamás ambos tipos de fibra.
Fibra soluble e insoluble – Diferencias
En términos simples, la fibra soluble se disuelve en agua y el tipo insoluble no lo hace. Debido a que no se descompone, la fibra insoluble en granos enteros, salvado, nueces y vegetales pasa a través de su tracto digestivo más o menos intacta.
Esto mantiene nuestras tuberías intestinales funcionando sin problemas mediante el aumento de la masa fecal y la disminución del tiempo de nuestro tránsito. Pero la fibra soluble que se encuentra en la avena, guisantes, habas, pieles de frutas y formas de linaza un gel en el intestino, reduciendo los niveles de colesterol mediante la limitación de su absorción y retardar la liberación de glucosa de los alimentos en el torrente sanguíneo. Esto ayuda a impedir el almacenamiento de grasa.
Así que, sí, si queremos adelgazar y estar sanos, es recomendable consumir fibra soluble e insoluble. Sólo deberemos evitar aquellos alimentos ricos en fibra que tengan un alto contenido de fibra insoluble, justo después de los entrenamientos.
Este es el único momento del día en que no deberemos retrasar la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo o inhibir un nuestros picos de insulina, ya que el cuerpo tiene que nutrir a toda velocidad a nuestros músculos después del entrenamiento.
