El cardio cura el corazón de muchas maneras. Desde los beneficios para el funcionamiento corporal hasta la mejora de la calidad de vida , el cardio es una oportunidad para crecer. Surgen preguntas: ¿por dónde empiezo? O… ¿qué hago a continuación? El cardio puede resultar intimidante debido a la sobreabundancia de opciones (y sudor), pero no tiene por qué serlo. Cualquiera puede practicar cardio a través de distintas intensidades y actividades.
Cámbialo
Las rutinas pueden ser buenas para las personas que anhelan una estructura, pero es fácil acostumbrarse a ellas. Romper con las tradiciones puede, en realidad, generar crecimiento porque conmociona al cuerpo. La sorpresa aumentará la frecuencia cardíaca, lo que intensificará el trabajo del sistema nervioso simpático, lo que es un fenómeno natural en el cardio. La sorpresa obliga al cuerpo a concentrarse más en la respiración mientras se adapta a nuevos movimientos y situaciones. No solo se beneficiará el corazón, sino que también agregará variedad a las habilidades del cuerpo.
Las sorprendentes ráfagas de choque se pueden implementar en cualquier tipo de ejercicio, incluso en los levantamientos de pesas. El uso de choques se puede utilizar fuera de las estructuras de volumen y las superseries. Algunas personas hacen cardio al principio, al final o en ambos ejercicios. Ahora es el momento de realizar una sesión de cardio en medio de un entrenamiento también. Puede ser saltando a la comba, saltando al cajón o una sesión de entrenamiento de intervalos de alta intensidad. Cualquier opción de cardio promoverá el crecimiento muscular debido al choque.
Para los deportistas que no van al gimnasio, existen opciones para variar la rutina de entrenamiento habitual. Si entrenas para mejorar la resistencia, considera tomar una ruta diferente con mayores pendientes o aumentar la motivación para hacer un sprint durante unos segundos. Otra alternativa es probar dosis diarias más cortas de cardio en lugar de un puñado de sesiones más largas por semana.
Si las sesiones de cardio habituales se están volviendo aburridas, tal vez sea hora de cambiar el momento o el tipo de ejercicio que se está realizando. Mientras tanto, cambiar el entorno también puede ser una opción creativa.
Salga al exterior
El cardio implica mucho más que lo que se hace en el gimnasio. Un cambio en el entorno puede cambiar el rendimiento cardiovascular. Los gimnasios suelen tener temperaturas reguladas para que los clientes se sientan cómodos. En lugar de hacer ejercicio en el interior, ¡salga al exterior! El impacto ambiental puede aumentar la temperatura corporal en verano o congelar los pulmones en invierno. De cualquier manera, se convierte en un nuevo desafío para el rendimiento cardiovascular y la fuerza de voluntad. No olvidemos tampoco la exposición al sol para obtener vitamina D.
Las personas que participan en actividades al aire libre tienen una función cognitiva y tiempos de reacción más altos que quienes las practican en espacios cerrados. Ya sea por la camaradería de un equipo deportivo o por el alivio del aire fresco de la atmósfera, es más beneficioso que aumentar la frecuencia cardíaca en espacios cerrados. Si el gimnasio no es lo suficientemente inspirador, el aire libre puede aportar una nueva luz al cardio.
Mientras tanto, actividades individuales como nadar y caminar pueden conectarnos aún más con la naturaleza. El cambio de paisajes puede hacer que disminuyamos la velocidad y observemos el mundo que nos rodea.
Baja la velocidad
A veces, bajar el ritmo puede traer mejoras enormes. El cuerpo puede moverse tan rápido que se olvida de conectarse con la mente y el corazón. Una forma de equilibrar la salud cardíaca es controlar la variabilidad de la frecuencia cardíaca. Mientras que el entrenamiento de alta intensidad estresa el sistema nervioso simpático, la actividad de baja intensidad estimula el sistema parasimpático. Estas actividades mantendrán las funciones sensoriales del cuerpo arraigadas en el nervio vago, el principal nervio parasimpático.
La actividad parasimpática se puede lograr mediante la respiración lenta y profunda. Se ha demostrado que esto mejora la salud cardíaca al reducir la ansiedad tanto en grupos de jóvenes como de mayores. Las caminatas conscientes al aire libre, las sesiones de yoga holísticas y la meditación contribuyen al funcionamiento del sistema nervioso parasimpático.
El enfoque de estas actividades se basa en el ritmo del corazón, tratando de mantenerlo lo más lento posible a través de la respiración. En todo caso, esto se califica como cardio porque implica controlar las pulsaciones por minuto (BPM) a través de la actividad. Si reducir la velocidad es un problema, este puede ser el paso correcto.
Cardio activado
Cardio puede parecer una palabra intimidante, pero no tiene por qué lograrse solo en el gimnasio ni es algo que solo se puede hacer en los deportistas. Cualquier persona que aspire a una vida más saludable puede lograrlo. Hay muchas formas de lograrlo a cualquier ritmo y en cualquier entorno. El cardio debe ser lo suficientemente divertido y motivador como para seguir practicándolo. ¿Cómo puedes ser creativo con el cardio?