¿Qué pasaría si optamos hacer ejercicio con un resfriado? Esta es una pregunta que muchos se cuestionan en estos meses de invierno, cuando los virus del resfriado tienden a extenderse. Una vez que usted hayamos establecido una rutina de ejercicios es posible que se atreven a saltar de un entrenamiento por temor a que podría descarrilar su progreso.
Personalmente, es una situación con la que estoy muy familiarizado, pues me he visto aquejado en muchas ocasiones de catarros y constipados en mis períodos de entrenamiento. Una parte de mí siente que sería mejor si descanso y guardo mis energías para la lucha contra la enfermedad. Otra parte se pregunta si entrenar le dará a mi sistema inmunológico el impulso que necesita para superar el frío rápidamente.
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Hacer ejercicio cuando estamos enfermo – Investigaciones
Hay un par de estudios que han analizado si es mejor o peor hacer ejercer con un resfriado. El primero miró a la capacidad de ejercer con un resfriado, y el segundo, observó el efecto que tiene el ejercicio en la duración de los síntomas.
Las investigaciones dicen que cuando estamos infectado con un virus de la gripe, esto podría limitar nuestra capacidad para hacer ejercicio. El estudio se realizó utilizando una enfermedad común del tracto respiratorio superior. Después de comparar los resultados con los controles de cuando estaban sanos, los investigadores encontraron que un resfriado no tiene ningún efecto sobre la función pulmonar o la capacidad de ejercicio.
Hacer ejercicio cuando estamos enfermos – Duración de los síntomas
Los investigadores en el segundo estudio, se centraron en lo que sucedió en función de la gravedad y la duración de los síntomas del resfriado, cuando la gente hizo ejercicio físico con un resfriado común.
Una vez más, los investigadores encontraron que el ejercicio no afectó el curso de la enfermedad. Al igual que el primer estudio, éste se veía solamente en infecciones de las vías respiratorias superiores por lo que no se puede generalizar a otras enfermedades.
Entre las publicaciones de los expertos médicos, hay acuerdo en que la realización moderada de ejercicio física es muy efectiva para atajar determinadas enfermedades como aquellas relativas a procesos respiratorios: congestión nasal, estornudos o irritación de garganta leve.
Hacer ejercicio con un resfriado o la gripe es poco probable que cause complicaciones si no tenemos otros problemas médicos. Sin embargo, si padecemos asma o alguna enfermedad cardíaca, deberemos consultar primero con nuestro médico, ya que el ejercicio puede empeorar un problema médico subyacente.
Además, tampoco es nada recomendable no hacer ejercicio con fiebre, fatiga o dolores musculares generalizados, ya que pueden ser signos de una enfermedad más grave y el estrés añadido de ejercicio puede empeorarlas.
Un elemento común sobre el que la mayoría de los expertos muestra un gran consenso es haz lo que tu cuerpo te dice. Si nos sentimos bajos de energía y no podemos movernos de la cama, deberemos esperar hasta que nos recuperamos por completo. No dejemos que un resfriado leve sea la única excusa, aunque para conseguir fuera de la pista con sus planes de entrenamiento.
Conclusión
Por norma general, yo, no suele interrumpir mis rutinas de ejercicios por un mero resfriado. Muchas veces voy porque me siento mejor inmediatamente después de hacer un poco de ejercicio. Al igual que los estudios sugieren, sin embargo, no he notado ningún efecto (buenas o malas ) de hacer ejercicio con un resfriado.
Para mí, el resfriado común generalmente sigue su curso en siete u ocho días, independientemente de si es o no sigo entrenando. Durante ese tiempo trato de descansar mucho y beber muchos líquidos (en especial agua) para dar espero a mi sistema inmunológico todo el combustible que necesita para combatir al virus.
