El estilo de vida moderno trae consigo numerosas ventajas en términos de avance tecnológico y mayor disponibilidad de información, pero también conlleva ciertos desafíos que pueden impactar negativamente en nuestra salud. El ritmo de vida acelerado, las largas jornadas laborales, el sedentarismo y la mala alimentación son sólo algunos de los factores que contribuyen al deterioro de la salud general de la gente moderna.
El impacto de este estilo de vida se refleja particularmente en la salud física. Cada vez más personas sufren dolores crónicos, especialmente en la espalda y las articulaciones. Estos problemas suelen ser el resultado directo de una mala postura corporal, que está relacionada con estar sentado durante mucho tiempo y con una actividad física insuficiente.
Ejercicios correctivos
El ejercicio regular es una parte indispensable de la solución. No sólo puede mejorar significativamente nuestra condición física, sino que también tiene un profundo impacto en la salud mental, reduciendo los síntomas de estrés, ansiedad y depresión.
Los ejercicios correctivos que involucran los músculos posturales son particularmente importantes ya que ayudan a mantener una postura corporal adecuada, reducir el dolor y, en general, mejorar el movimiento.
Ejercicios de respiración
Cuando se habla de ejercicios que llevan nuestra postura a una posición óptima para el movimiento, es muy importante centrarse en algo que muchos pasan por alto: ¡RESPIRAR!
Debido al sedentarismo, el cuerpo está “comprimido”, los tejidos están en espasmos, no tienen una movilidad óptima, y primero debemos relajarlos. Los ejercicios de fuerza no serán efectivos si comenzamos a entrenar con músculos que se encuentran en estado de espasmo.
Respirar es una acción que hacemos de forma automática, lo que no significa que la hagamos correctamente, al igual que caminar, correr… Todas ellas se aprenden y es muy importante hacerlas correctamente. Los ejercicios de respiración se pueden realizar en varias posiciones: sentado, tumbado de lado, boca arriba, boca abajo, etc., según la parte del cuerpo que queramos relajar.
Empiece por recostarse boca arriba, doble las rodillas, estire los brazos frente a usted y respire suavemente. Inhala por la nariz, exhala por la boca. De manera muy silenciosa y suave, sin apretar ni forzar, queremos relajar la tensión.
La exhalación debe ser más larga que la inhalación y la atención debe centrarse en mover el estómago hacia adelante y hacia los lados. Esto permitirá que las costillas se expandan y que el pecho realice una “expansión” completa, lo que significa moverse en todas direcciones. Una vez que permitimos que el pecho se mueva en todas direcciones, cumplimos la primera condición para un movimiento de calidad y una buena postura corporal.
Especialmente cuando sabemos que durante el día tenemos hasta 20.000 respiraciones (inhalaciones y exhalaciones), si no lo hacemos correctamente, tarde o temprano tendremos un problema.
La respiración también es la base de muchas técnicas correctivas como el método Schroth, que corrige eficazmente las deformidades de la columna como la escoliosis, la cifosis y la lordosis. Este método se centra en las tres dimensiones de la deformidad y con un enfoque específico consigue muy buenos resultados no sólo en niños sino también en adultos.
Tratar los pies
Además de los ejercicios de respiración, la base de los tratamientos correctivos también pasa por el tratamiento de los pies. Es la única parte del cuerpo que hace contacto con el suelo, y su eficiencia incide directamente en la calidad del movimiento y la postura corporal. Un gran problema es también el calzado deficiente que no permite al pie total libertad; está de moda usar zapatos con suela grande, tacón elevado y la parte delantera del pie no tiene suficiente espacio.
Así que siempre que puedas aprovecha para caminar descalzo, si el gimnasio donde entrenas tiene un piso adecuado, puedes hacer el entrenamiento sin zapatillas. Además, se deben realizar ejercicios que aumenten la movilidad de la articulación del tobillo.