Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, 4 de cada 10 personas alarmantes han informado síntomas de ansiedad o depresión, en comparación con 1 de cada 10 en 2019. El cambio en la rutina (por ejemplo, cuidado de niños, nutrición, bienestar, ejercicio) impuesta por el virus fue tremando.
El entrenamiento de fuerza no solo desarrolla músculos, aumenta la fuerza y quema grasa. Sino que tiene un impacto positivo considerable en nuestra mentalidad diaria. De hecho, el ejercicio de todo tipo (aeróbico, entrenamiento de resistencia, natación, yoga) proporciona beneficios reales para el cerebro. Y nuestra capacidad para perseverar a través de los desafíos de la vida.
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Estado de ánimo mejorado y mayor energía
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que contribuye a sentir una cantidad considerable de tristeza y apatía. Un estudio reciente del Journal of Psychology encontró mejoras notables en el estado de ánimo de los participantes después de una sola sesión de ejercicio.
Para los levantadores que no están seguros de si realmente vale la pena completar un solo entrenamiento, la evidencia muestra que puede cambiar la actitud, la mentalidad y el estado de ánimo de una manera positiva. Aún más prometedores son los resultados de un estudio publicado en The American Journal of Epidemiology que mostró que los adultos que participaron en un programa regular de actividad física tenían tasas reducidas de depresión aguda y a largo plazo. Independientemente de su edad, sexo, origen étnico o situación financiera, índice de masa corporal y muchos otros factores.
Al igual que la depresión, los trastornos relacionados con la ansiedad se han disparado durante la última década. La ansiedad, por definición, es una enfermedad de salud mental. Que hace que uno sienta preocupación, malestar y nerviosismo excesivos por una situación particular o circunstancia desconocida.
De manera inequívoca, se ha descubierto que el ejercicio beneficia a las personas ansiosas. Un estudio de 2020 de la revista Scientific Reports encontró que el entrenamiento de resistencia redujo los síntomas de ansiedad entre los adultos jóvenes durante la primera semana de entrenamiento.
Además, un metanálisis de 2017 de Medicina Deportiva encontró que el entrenamiento de resistencia mejoró los síntomas de ansiedad entre los participantes sanos junto con los participantes con una enfermedad mental o física.
La conclusión es que mantenerse constantemente activo conducirá a cambios en su cuerpo y mente que pueden ayudar a protegerse contra pensamientos y sentimientos ansiosos y depresivos.
Adquirir un sentido de propósito más amplio
Tomar el control de su horario y planificar el tiempo para el entrenamiento de resistencia o hacer otro ejercicio vigoroso puede, en sí mismo, darle a alguien una sensación de logro. Gran parte de nuestro trabajo y nuestra vida social implican tecnología que alejarnos de las pantallas de las computadoras y teléfonos. Y hacer ejercicio brinda nuevas perspectivas.
Para los ex atletas cuyos días competitivos terminaron por una razón u otra, la sensación de pérdida de propósito es bastante común. Una de esas ex atletas nos dijo que uno de los mecanismos más beneficiosos para afrontar los sentimientos de «pérdida» que estaba teniendo era su rutina de ejercicios.
El ejercicio constante la hizo sentir sana de nuevo y, para su sorpresa, también la ayudó a redescubrir su fuerza interior. «Me hizo comenzar a ver mi futuro de una manera más clara«, explicó. «Me ayudó a seguir definiéndome como atleta, que temía haber perdido«.
Desarrollar hábitos saludables en torno al ejercicio generalmente requiere un progreso gradual y la motivación tiende a aumentar gradualmente después de comenzar su programa de entrenamiento.
Para aquellos que piensan que necesitan motivación para comenzar, es importante que se den cuenta de que suele ocurrir después de comenzar, no antes. Dado que la investigación aún no discute qué tipo de ejercicio tiene un mayor impacto en la salud mental, la receta actual es moverse entre 20 y 30 minutos al día, tres días a la semana.
Mejor calidad del sueño y recuperación mejorada
El sueño es fundamental para la recuperación física y mental. El sueño de buena calidad ayuda al cerebro a procesar la información emocional. Las investigaciones muestran que el ejercicio mejora la calidad del sueño y la satisfacción general del sueño.
Una revisión sistemática del European Journal of Physiotherapy encontró que el ejercicio moderado fue muy efectivo para mejorar la calidad del sueño tanto en poblaciones jóvenes como mayores. Además, la investigación dice que el ejercicio moderado aumenta la cantidad de sueño de ondas lentas que obtenemos. Que es la parte de nuestro sueño cuando nuestro cerebro rejuvenece y procesa la información.
Además, cuando experimentamos un sueño profundo de buena calidad, también se liberan hormonas de crecimiento. Estas hormonas ayudan a estimular el crecimiento y la reparación de los músculos, la formación de huesos y la quema de grasa. La falta de sueño, por otro lado, hace que los músculos del cuerpo se recuperen más lentamente. Y también reduce el estado de ánimo y aumenta la liberación de cortisol, la hormona del estrés.
Sabemos que el ejercicio puede desempeñar un papel multifacético a la hora de beneficiar a alguien que sufre depresión y / o ansiedad. Es una parte integral no solo del alivio de los síntomas. Sino que también puede ayudarlo a dormir mejor, lo que a su vez ayuda al cerebro a procesar y manejar las emociones y situaciones de manera más eficiente y efectiva.