El índice glucémico, como ya hemos explicado en otros artículos de Ejercicios en casa, tiene que ver bastante con la capacidad que tenemos de perder peso.
Cada vez, va cobrando mayor relevancia a la hora de explicar la importancia que tiene el índice glucémico alexplicar el origen del sobrepeso es el exceso crónico de alimentos de elevada respuesta.
Realmente, no es la única variable explicativa, ya que la obesidad es un fenómeno complejo que depende de muchas variables, es probable que el comer durante muchos años una gran cantidad de alimentos muy ricos en carbohidratos de rápida absorción, dando lugar a un desequilibrio metabólico.
La forma más habitual de medir la respuesta glucémica es mediante el índice glucémico o la carga glucémica; ya que ambos métodos nos ofrecen interesante información sobre la concentración de glucosa e sangre durante un periodo de tiempo posterior a la ingesta del alimento.
En el artículo de hoy, me voy a centrar en ver si de alguna manera se puede lograr reducir la respuesta glucémica de los alimentos, de una manera práctica.
¿Se puede reducir el índice glucémico de los alimentos?
A grandes rasgos, la respuesta es que sí se puede. Los cambios del IG, entre otras cosas, tienen su causa en que la velocidad de absorción de los alimentos depende de bastantes factores.
Uno de ellos es con lo que acompañamos a este tipo de alimentos. Tras consumir una comida, todos los alimentos que la forman se van juntando en las diferentes fases del proceso de digestión, influyendo por lo tanto en las características de la mezcla resultante.
Por ejemplo, consumir vegetales con alimentos con un elevado índice glucémico nos ayuda a mejorar la gestión de la glucosa y la insulina y, de paso, estamos promoviendo una mayor ingesta de vegetales, algo siempre muy aconsejable a consecuencia de la gran cantidad de nutrientes que nos aportan.
Pero no se trata de la única manera para conseguir variar la respuesta glucémica, también se pueden conseguir resultados mediante las proteínas o grasas. En base a este estudio, se ha mostrado que comiendo con anterioridad alimentos ricos en estos macronutrientes se reducen los picos y la variabilidad de la glucosa.
Pero, aunque nos resulte bastante curioso, la técnica más desconocida y efectiva para conseguir reducir la respuesta glucémica es la de dejar enfriar el alimento que vamos a tomar. En este estudio, se ha analizado sobre todo en el arroz, reduciendo su índice de glucosa.
Pero, es importante matizar, que este efecto no sólo es exclusivo del arroz, sino que también de otros alimentos ricos en almidón. Por ejemplo, con patatas y otro tupo de alimentos con almidón resistente, se ha comprobado que cada vez que se enfriaban tras ser calentados la respuesta glucémica se reducía.
¿Qué validez global tienen estos resultados?
De cualquier manera, es importante que aclare que aunque es cierto que los estudios que os he facilitado a lo largo del artículo, son importantes para comprender el asunto, tienen una validez limitada.
Los resultados que nos brindan no son extremadamente significativos, porque los cambios de IG más bien son pequeños y además solo analizan la variación de las respuesta glucémica, no se fija en otro tipo de variables importantes como es el efecto final en la salud o el sobrepeso.
Aunque todavía es pronto para extraer conclusiones al respecto, es interesante que tengamos esta información en cuenta.