Es la misma historia cada año; termina el verano y los meses posteriores al mismo, cuando empieza a hacer frío, empezamos a elevar la cantidad de calorías que consumimos de forma bestial.
Es lógico, que este fenómeno se produzca, ya que el cuerpo humano en los meses más duros (en cuanto al clima se refiere) se prepara para hacer acopio de energías y alimentos para que el cuerpo no enferme.
No engordar – Enfoque básico
Pero, ¿podemos no engordar después del verano? Mientras que el trastorno afectivo estacional es de hecho una cosa que en los meses de otoño e invierno suele ocurrir, agotando nuestros niveles de energía y aumentando el consumo calorías. Mientras que es fácil asociar los alimentos de otoño con un aumento en los niveles de grasa y calorías, dichas estaciones suelen traer la recoleta de frutas y verduras sumamente sanas y energéticas.
Soy muy consciente de las tendencias alimenticias que llegan con el otoño/invierno, a través de la observación de muchos casos que se datan en sujetos de análisis que han sido tomados como referentes de estudio en verano y en otoño/invierno. Es más fácil recurrir a comida basura en los meses de frío.
Aunque a todos nos llama comer abundantemente durante una noche fría, es fundamental que consumamos la mayor parte de nuestras calorías durante el día, mientras que tenemos que tratar de hacer un esfuerzo por la noche de no hincharnos a consumir alimentos.
Se necesita un esfuerzo increíble para recordarnos a nosotros mismos, que debemos reducir los hábitos nocivos de comer demasiado por la noche, pero una vez que rompemos con esta costumbre de forma definitiva, es sencillo mantenerla durante toda la vida.
No engordar – Alimentos a los que debemos recurrir
La mejor manera de mantenerse alejado de los malos hábitos es recurrir a los guisos y estofados, así como todos los maravillosos platos repletos de verduras y alimentos saludables.
La única cosa a tener en cuenta es que muchos de los alimentos que se emplean en estos platos, como la remolacha, los nabos y las zanahorias, son delicioso y están llenos de nutrientes, aparte de tener un elevado índice glucémico. Por lo que son una buena elección para equilibrar las comidas y cenas durante estas complicadas estaciones.
La mejor elección en cuanto a carne, el otoño es un buen momento para el cordero y cerdo, ya que si se cría de forma natural, y son una gran fuente de grasas saludables y de proteína de gran calidad. Aunque suene raro, el tocino de calidad, es bueno si lo consumimos con moderación, ya que es una gran manera de maximizar el sabor de los platos, incorporando nutrientes excelentes para nuestro cuerpo.
Como podéis observar, para no engordar cuando llega el otoño y el invierno, lo mejor que podemos hacer es recurrir a una selección sabia de alimentos para organizar bien la dieta que debemos seguir.