Para poder mejorar nuestra dieta, debemos completarla con todo tipo de nutrientes. El éxito de un plan de alimentación equilibrado, debemos diseñarlo con sumo cuidado y esto no consiste solamente en restringir el número de calorías procedentes de las grasas saturadas.
Los principios de una rutina de alimentación sana, se asientan en la equidad nutricional. ¿Qué significa esto de equidad nutricional? Es fácil, básicamente, es equilibrar el consumo de los macronutrientes ingeridos hasta el punto de que en función de ir encaminado a los objetivos que deseemos alcanzar.
Esto es mucho más complicado de lo que puede llegar a aparecer, pues hay que ser sumamente meticuloso y calcular tanto los porcentajes de los determinados alimentos que se consumen como el total de calorías de los mismos que se come.
Esto, provoca ciertas dificultades a la hora de seguir un plan de alimentación equilibrado para aquellas personas que no gozan de los suficientes conocimientos en el área nutricional. En primer lugar, hay que conocer bien cuál es la composición de determinados alimentos para saber para qué sirven y cuáles son sus características nutricionales.
Por ejemplo, a pesar de que el aguacate y la piña son alimentos muy saludables y recomendables a la hora de tomar, no podemos consumir las mismas cantidades de ambos, ya que un aguacate tiene muchas más calorías que la piña.
Como no todos tenemos el tiempo suficiente y/o ganas de ponernos a indagar sobre la información nutricional sobre todos los alimentos que consumimos (que sería lo más adecuado) la solución más sencilla leer la información que viene en el dorso de determinados productos. Por ejemplo, contrastando entre distintos productos de queso fresco o leche, podemos notar diferencias significativas entre la marca y la tipología del producto.
Ahí veremos una radiografía casi perfecta del alimento, con sus calorías y el desglose de sus nutrientes, que debemos saber interpretar si queremos llevar un plan de alimentación equilibrado.
Debemos ser cautelosos con no dejarnos llevar por el marketing de un producto light. La etiqueta light significa que tiene un, al menos, un 30% menos de grasas que el producto original, que en ciertos casos es circunstancia suficiente para convertir un alimento peligrosamente elevado en calorías en un producto que se puede incluir en las dietas, pero en otros casos poco cambia respecto al producto original.
Hay ciertos yogures que son light que tienen una cantidad exagerada de calorías, ya que aunque tengan la etiqueta “light” no significa que sea adecuado para una dieta. Así que deberemos estar alerta en cuando veamos un producto light, y consultemos su valor nutricional antes de comprarlo.
Por último, me gustaría hablaros de la efectividad de un producto natural que tiene mucha fama en el mundo de la alimentación y de la nutrición. Este es el té verde, una infusión que nos ayuda a depurar de toxinas el organismo, a activar el metabolismo y a perder peso. Es perfecto para tomar antes de irnos a acostar o media hora después de comer, pues expulsaremos compuestos nada beneficiosos, aceleraremos la quema de grasa e inhibiremos el apetito, sin olvidar una buena selección de ejercicios para bajar de peso para maximizar nuestros resultados.