La plancha inversa o reverse plank es un ejercicio para trabajar todo el núcleo abdominal en su conjunto, ya que no solo se encarga de fortalecer los músculos de una única zona. De hecho, incluso los hombros se ven duramente involucrados en la ejecución de este peculiar ejercicio.
Como su propio nombre indica, es una variación de la plancha clásica, aunque no obstante varía en diferentes aspectos, como la posición. Es un movimiento más complicado que el original, aunque tampoco se necesita tener la forma física de un atleta de élite para conseguir exprimir al máximo la plancha inversa.
¿Cómo se realiza la plancha inversa?
Para realizar la plancha inversa, deberemos ponernos boca arriba, con el glúteo y las piernas apoyadas en el suelo. Colocaremos las palmas de las manos en supinación e iremos retrasándolas poco a poco, hasta conseguir que estén en perpendicular con los hombros.
Levantaremos el glúteo y la cadera, alineando el cuerpo para lo que deberemos echar las piernas hacia adelante. La idea es mantener el cuerpo en diagonal, manteniendo el vientre levantado, haciendo fuerza para conseguirlo. De hecho, ahí radica la dificultad del ejercicio.
Aguantaremos el tiempo que indique la rutina de ejercicios que estemos siguiendo en ese momento. Otra forma de hacerlo es apoyando los antebrazos en el suelo (como en el vídeo), reduciendo la dificultad del ejercicio, siendo menor la intensidad a la que se trabaja.
A continuación, os dejamos un vídeo sobre cómo se debe realizar la plancha invertida:
¿Qué músculos trabaja la plancha inversa?
Los músculos que se ejercitan realizando la plancha inversa, como indicamos anteriormente, son numerosos, no localizándose únicamente ne una zona muscular:
- Lumgar
- Recto abdominal
- Abdominales oblicuos
- Psoas
- Glúteo mayor
- Cuádriceps
- Bíceps femoral
- Deltoides frontal
- Deltoides medio
- Serrato
- Teres major
- Tríceps, cabeza larga
- Músculos flexores de las muñecas