En el discurso general, se da por sentado que con hacer ejercicio físico, conseguiremos adelgazar. Es indudable, que el ejercicio físico ayuda a adelgazar pero no es la única variable que influye a la hora de conseguirlo…y de hecho, no es ni la más importante pues la dieta es el factor que más relevancia tiene.
Además, otra cuestión importante, es que no todo el mundo responde por igual cuando empieza a hacer ejercicio. También es verdad, que responden muy bien y adelgazan con facilidad sin necesidad de variar sus hábitos alimentarios, pero a muchas otras, por desgracia, no les ocurre lo mismo y no solo no adelgazan sino que incluso engordan.
Pero, ¿por qué no adelgazo?
Es complicado encontrar una única causa que responde a la pregunta de por qué no adelgazo. Una puede ser que la actividad realizada sea suave y que el esfuerzo realizado no aumente de forma significativa el gasto energético.
Otra causa relevante, es que solemos aumentar la cantidad de calorías consumidas, ya que el ejercicio despierta el apetito. No a todo el mundo le ocurre, pero es frecuente que al pasar del sedentarismo a ser más activo se tenga más apetito y tienda a comer más.
A veces lo que sucede, es que la práctica del ejercicio se tome como una excusa o un atenuante para comer mayores cantidades o darse el capricho de ingerir o beber alguna que otra tentación porque ya he quemado calorías. Y lo que suele ocurrir al adoptar esta actitud es que se ingieren más calorías que las gastadas durante el ejercicio, tirando por la borda todo el esfuerzo realizado.
Debemos ser plenamente conscientes que, como dije en el primer párrafo, con el ejercicio físico por sí solo no es una medida especialmente efectiva para adelgazar, especialmente cuando existe un sobrepeso elevado y hay que perder mucho peso. Pero, en cambio, está demostrado que aumenta significativamente la efectividad de las medidas dietéticas para perder peso.
Imaginad, que por mucha actividad deportiva que realicemos y quememos una cantidad de calorías significativa, no vamos a adelgazar si nos hinchamos a comer. Y se trata de una cuestión de números, dado a que lo que importa es el total de calorías consumidas y quemadas. Si son más las que se queman que las que se consumen, adelgazaremos, así de fácil de ahí que lo más importante sea el control racional y SENSATO de la dieta (dejar de comer nunca es una estrategia efectiva, ni humana).
Conclusión
Si se quiere perder peso con eficacia es una buena medida hacer ejercicio, pero para conseguir buenos resultados es esencial que en paralelo se cuide la alimentación. En realidad cualquier actividad física incrementa el gasto energético y es válida para adelgazar. Lo verdaderamente importante es elegir aquella que mejor se adapte a las características, necesidades y gustos de cada persona. Veréis, como rápidamente encontráis la solución particular a la pregunta de por qué no adelgazo.