El puente invertido o full body bridges, es un ejercicio que se suele emplear habitualmente para calentar y/o estirar, por lo efectivo que es a la hora de poner a tono nuestras articulaciones. Es un movimiento excepcional para incluir en la rutina de entrenamiento para principiantes en casa, por lo asequible y efectivo que es a la hora de ayudarnos a fortalecer las piernas, el glúteo y el abdomen.
¿Cómo se realiza el puente invertido?
Para hacer el puente invertido, comenzaremos sentados en el suelo, con las rodillas dobladas, los pies planos, con los brazos doblados con las manos en el suelo debajo de los hombros.
Mientras exhalamos, estiraremos los brazos (no bloquear los codos), lo que nos permitirá que las caderas se levanten del suelo, hasta que nuestro cuerpo desde la cabeza hasta las rodillas forme una línea recta paralela al suelo. Mantendremos la posición durante 2 segundos. Mientras inhalamos, volveremos a la posición inicial lentamente y de forma controlada.
Como consejos adicionales al puente invertido, deberemos tener los glúteos apretados y la rabadilla metida hacia dentro. Apretaremos los abdominales para ayudar a enderezar el cuerpo. En la posición más alta, las rodillas deben estar dobladas a 90 grados.
¿Qué músculos ejercita el puente invertido?
El puente invertido, como os dijimos al inicio del artículo, es un ejercicio que se encarga de trabajar una gran cantidad de zonas musculares, tal y como podemos ver a continuación:
- Recto abdominal
- Abdominales oblicuos
- Glúteo mayor
- Deltoides frontal
- Deltoides trasero
- Lumbar
- Trapecio medio
- Cuádriceps
- Bíceps femoral
- Sóleo