Puede que no hayáis oído hablar directamente sobre lo qué es la sarcopenia. Pero estoy convencido de que todos sabéis, que con el paso del tiempo, el cuerpo deja de volverse tan fuerte. Destacando, una pérdida de masa muscular paulatina a mediad que nos hacemos mayores.
En este estudio, Longitudinal changes in body composition in older men and women: role of body weight change and physical activity, cuando cumplimos los 50 años, empezamos a perder anualmente 1,5% de nuestra masa muscular. Incrementándose esta cantidad en un 3% a partir de los 60 años. Pero no afecta de manera homogénea a todos, ya que las personas sedentarias se ven más afectadas por la sarcopenia. Así como los varones, que perdemos el doble de tejido muscular que las mujeres.
Pero, vamos a ver todo esto de manera más detallada a continuación.
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¿Qué es la sarcopenia?
La definición de la sarcopenia, es sencilla. Se considera que es la pérdida de tejido muscular que conlleva el envejecimiento. Y que es un proceso inexorable, y que no se puede evitar. Si queréis profundizar más sobre este tema, os dejo esta investigación, que la analiza de mejor manera.
Pero, a día de hoy, se ha incluido la dinapenia dentro del concepto de la sacropenia. La dinapenia, básicamente, es el proceso de pérdida de fuerza por el paso del tiempo (estudio). Ahora, se comprende por sarcopenia como: » un síndrome caracterizado por una progresiva y generalizada pérdida de masa y fuerza muscular esquelética con riesgo de resultados negativos como discapacidad física, peor calidad de vida y muerte«. Definición dada por Sarcopenia: European consensus on definition and diagnosis
Pero, la sarcopenia, puede ser más pronunciada si no comemos bien. Es decir, llevar una dieta hipoproteica (o baja en proteínas), puede agudizar ésta. Y en personas con sobrepeso u obesidad, la sacropenia aunque no se pronuncia con más fuerza, potencia los problemas derivados de las mismas. Es decir, la debilidad corporal volverá menos activos al sujeto, haciendo que las articulaciones se vean más expuestas a potenciales daños de un exceso de peso.
Epidemiología de la sarcopenia
La sarcopenia tiene un complicado diagnóstico, no siendo tan sencilla de analizar como la osteoporosis. Para diagnosticar correctamente a este problema lo podemos hacer analizando los siguientes criterios:
- Pérdida de masa muscular
- Disminución de fuerza
- Menor capacidad funcional
No hay una gran cantidad de estudios epidemiológicos que hayan analizado con profundidad el problema de la sarcopenia. Pero, se estima que empiezan a sufrirla entorno al 15-25& de los sujetos entre 65-70 años, y más del 50% a partir de los 80 años.
Y parece ser, que en los últimos años, se está incrementando el procentaje. En base a un estudio realizado por la Universidad de Lieja, el porcentaje de mayores de 80 años que la padece se podría incrementar del 50 al 63% en los próximos 30 años.
¿Cómo podemos frenar la sarcopenia?
Por suerte, la sarcopenia se puede retrasar. El ejercicio físico, y llevar una dieta equilibrada, ayudará a que nuestro cuerpo no degrade masa muscular a gran velocidad. En este estudio realizado con ratones, Diaphragm Muscle Sarcopenia in Aging Mice, se comprobó que en especímenes que realizaban actividad física se preservaba de manera más óptima la masa muscular.
El tipo de actividad física dependerá en función al tipo del sujeto. Con realizar un par de sesiones de entrenamiento, de manera sostenida en el tiempo, bastará. Aunque mi recomendación personal en el tema, es que practiquéis deportes de fuerza, porque se ha comprobado que es todavía más efectivo.
En esta investigación, se analiza con detenimiento sus beneficios, comprobando que ésta provoca una reducción de la masa muscular (atrofia, caquexia) ya que mejora las morbilidad. No obstante, el tipo de deporte que realicemos deberá estar compaginado con una dieta equilibrada. De esta manera, los efectos de la sarcopenia, serán mucho menores.