Actualmente, rondan muchas noticias alrededor de lo beneficioso o lo perjudicial que el el azúcar para nuestra salud. La verdad, es que este producto alimenticio, está incorporado en todos los estratos de nuestra vida alimenticia.
Como para muchos de nosotros, el conseguir perder peso es una prioridad o mantener un nivel de salud óptimo, es necesario que conozcamos más información sobre lo el azúcar refinado (no el procedente de las frutas y otros alimentos naturales) y qué efectos tiene sobre nuestro organismo.
Cada vez, hay un hecho que parece poner de acuerdo a todos los miembros de la comunidad científica (aunque también hay nutricionistas que se postulan en contra) que afirman que son los azúcares añadidos y no la grasa, la que nos ocasionan aumentar de peso.
Se sabe que el azúcar es una sustancia tan adictiva como otras muchas que tenemos demonizadas en nuestra sociedad, y con razón, como los son el tabaco o la cocaína. El azúcar es un producto que debe tomarse con mucha moderación, con el cual deberemos tener excesivo cuidado si queremos mantener controlado nuestro peso.
El azúcar está en todas partes, incluso en alimentos que nunca pensaríamos, como en los productos zero, que promulgan que no llevan azúcar. Por ejemplo, en el pan, en vegetales, ensaladas e incluso en sopas preparadas, encontramos que hay azúcares añadidos. Tomarse un litro de coca-cola, para que os hagáis una idea, tiene el equivalente a 28 cucharadas de azúcar, suena duro, ¿verdad?
El azúcar, es un producto tremendamente delicioso y sabroso para nuestro cuerpo, pues cuando lo consumimos, provoca una serie de reacciones muy satisfactorias sobre nuestro organismo. Provoca una inmediata sensación de bienestar, liberando serotonina, que el cerebro la asocia al estado de bienestar y felicidad. Es por ello, por lo que es tan peligroso, pues el cuerpo lo detecta como algo bueno.
Otro de los efectos del azúcar, es que proporciona energía de forma inmediata, que antes no debía preocuparnos en exceso, pues no era tan abundante como lo es ahora en nuestra alimentación actual, que todos los productos llevan aditivos y azúcares añadidos para mejorar el sabor de los productos.
Pero se ha producido una extraña relación entre el consumo de azúcar en estado puro y los azúcar en otros productos. El consumo de azúcar refinado se ha reducido significativamente, mientras el consumo de azúcares añadidos se ha disparado de sobre manera, siendo más elevado la toma total de este producto que hace 10 años.
Aunque nuestra percepción pueda ser contraría porque no estemos echando azúcar al café o a la leche, tenemos que vigilar también otros productos que consumamos si tienen o no, aditivos adicionales. Así que, mucho cuidado con esto.
Algo esperanzador, es que gobiernos de todo el mundo, han instado a las industrias a que reduzcan los azúcares añadidos que echan a sus productos. Esto se hace, con la esperanza de que aminore la obesidad y otras enfermedades relacionadas con salud, como la diabetes, que en la actualidad son una auténtica plaga en nuestra sociedad. Además, está demostrado, que hay una fuerte relación entre el consumo de azúcar y el riesgo de infarto cardíaco.
Productos sin azúcar
Nos gustaría alertaros sobre algo curioso e importante al respecto, y es que los productos sin azúcar a veces son peores y tienen más calorías que los productos que llevan azúcar. Esto no es una norma general, pero es algo que suele ocurrir, puesto a que los productos que se echan a los alimentos para sustituir el sabor del azúcar son peores que si lo llevaran.
¿Y por qué se hace todo esto? Fácil, porque supone un lavado de imagen para la marca tener productos sin azúcar y para poder llegar al mercado de personas que sufren diabetes. El coste de estos aditivos es muy barato en determinados casos y supone un auténtico sobre coste para las empresas, utilizar productos más sanos y menos elevados en calorías.
Efectos de la publicidad sobre el azúcar
Parece ser, que la industria del azúcar y todas las marcas que se nutren con que su imagen esté protegida, cuida mucho de que el azúcar goce de buena reputación. La industria azucarera, es muy consciente de la fama negativa que tiene este sabroso producto, por lo que ha elaborado una increíble estrategia de márketing para intentar lavar la imagen de este producto.
Por ejemplo, connotaciones saludables que se le dan a tipos de azúcar como sirope de cebada, azúcar de remolacha, sirope de arroz , cristales de caña, edulcorante de maíz y demás. Todo esto, viene a significar lo mismo que azúcares añadidos, no obstante, suena mucho mejor, cuando va de la mano con otro tipo de palabras y mejor si se puede asociar a vegetales y otros productos saludables.
A continuación, os dejamos un interesante vídeo sobre los efectos del azúcar: