No es ninguna tontería, si al leer radicales libres, los asociáis al cáncer pues la relación que existe entre ambos es estrecha. Se habla de muchos remedios y alimentos ricos en antioxidantes que son efectivos para reducir los efectos de los radicales libres en nuestro cuerpo, y que nos ayudan a reducir la posibilidad de sufrir diferentes tipos de cáncer. Pero, ¿qué hay de cierto en todo ésto?
Antes de resolver esta pregunta, vamos a ver antes qué son exactamente los radicales libres y cómo influyen los antioxidantes a la hora de reducir los efectos que éstos provocan en nuestro organismo.
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Los radicales libres
Básicamente, los radicales libres son un átomo que son altamente reactivos a consecuencia de que tienen un electrón de valencia desapareado, es decir que les falta un electrón en su órbita exterior, lo que hace que su carga sea negativa. Los electrones de la capa exterior juegan un papel muy importante en las interacciones con otros átomos. Cuando se forma un radical libre, puede crear reacciones de efecto dominó que pueden alterar a otras células.
A consecuencia, de que los radicales libres son altamente reactivos, se han asociado con efectos biológicos negativos. Los radicales libres son capaces de modificar otras moléculas de nuestro cuerpo, provocando daño a la estructura celular y por lo tanto evitando que nuestras células funcionen correctamente.
El daño se puede hacer con la oxidación de los nucleótidos, provocando daño en nuestro ADN, e incrementando por ello la probabilidad de padecer tumores. Los radicales libres también pueden ser responsables de la desnaturalización de las estructuras proteicas, lo que provoca que las proteínas no operen correctamente. Los radicales libres conducen al daño celular, que es una vía abierta para el cáncer, el envejecimiento y un montón de enfermedades.
Pero, por suerte, los antioxidantes nos ayudan en un sentido diferente a la hora de reducir el efecto de los radicales libres en nuestro cuerpo. Los antioxidantes son moléculas que pueden interactuar de forma segura con los radicales libres.
Éstos, pueden ayudar a disminuir las reacciones de cadena negativa, inducidas por los radicales libres y proteger las membranas celulares del daño oxidativo. Adicionalmente pueden ser endógenos, originados dentro de nuestro propio organismo. O exógenos, que se originan fuera del cuerpo, ya sea a través de los alimentos o por suplementos. Los principales antioxidantes son exógenos, como por ejemplo las vitaminas C y E, y el beta-caroteno.
¿Qué dicen los estudios sobre el efecto real de los antioxidantes a la hora de prevenir el cáncer?
En estudios de laboratorio y en estudios con animales, se ha indicado que la presencia de mayores concentraciones de antioxidantes exógenos impide el tipo de daño de radicales libres que ha estado asociado con la presencia de cáncer. Por esta razón, los investigadores han estudiado si el uso de complementos de antioxidantes alimenticios puede ayudar a bajar el riesgo de padecer o de morir por cáncer en los humanos.
Muchos estudios de observación, se han llevado a cabo para investigar si el uso de complementos antioxidantes alimenticios está asociado con riesgos menores de cáncer en los humanos. En general, estos estudios han ofrecido resultados mixtos. Aunque la gran mayoría no encuentran ninguna relación directa entre el consumo de antioxidantes y la reducción de diferentes tipos de cáncer. Ya que los estudios de observación no pueden controlar determinados sesgos que puedan influenciar los resultados de los estudios, es necesario ver con precaución los resultados de cualquier estudio individual de observación.
Los estudios clínicos aleatorios, son menos sesgados por norma general. Se considera que los estudios aleatorizados proveen resultados más fiables sobre los beneficios de los antioxidantes. Y el efecto que tienen a la hora de detener los daños ocasionados por los radicales libres.
Hasta la fecha, se han llevado a cabo en el mundo nueve estudios aleatorizados controlados de complementos de antioxidantes alimenticios para la prevención del cáncer y aquí, tenéis uno de éstos estudios. En el estudio, hombres y mujeres chinos sanos con un riesgo mayor de presentar cánceres de esófago y de estómago fueron asignados aleatoriamente a tomar una combinación de 15 miligramos (mg) de betacaroteno, 30 mg de alfatocoferol. Y 50 microgramos (µg) de selenio durante 5 años o no tomar complementos antioxidantes. Los resultados iniciales del estudio, muestran como la gente que tomó complementos de antioxidantes tuvo un riesgo menor de morir por cáncer de estómago pero no por cáncer de esófago.
Más evidencias
Este otro estudio, se centró en analizar si el uso de complementos de alfatocoferol y de betacaroteno en niños de 5 a 8 años podía ayudar a reducir la incidencia de cáncer de pulmón. Así como otro tipo de cánceres en fumadores hombres de mediana edad en Finlandia.
Los resultados iniciales del estudio, que se publicaron en 1994, mostraron un incremento en la incidencia de cáncer de pulmón entre los participantes que tomaron complementos de betacaroteno. Al contrario, el tomar complementos de alfatocoferol no tuvo efecto en la incidencia de cáncer de pulmón. Resultados ulteriores no mostraron efectos por haber tomado complementos de betacaroteno o de alfatocoferol en la incidencia de cáncer urotelial.
Por último, os dejo un estudio que relaciona el consumo de vitaminas con el cáncer. Este estudio, se encargó de examinar si el tomar suplementos con vitamina E, con vitamina C, o ambas aminorárían la incidencia de cáncer en varones mayores de 50 años. Los resultados, indicaron que el uso de estos complementos durante una mediana de 7,6 años no redujo la incidencia de cáncer de próstata o de otros tipos de cáncer.
Por ello, aunque todavía queda mucho por investigar al respecto, os recomiendo mucha precaución al pensar que los antioxidantes son nuestros salvadores a la hora de salvaguardarnos del cáncer. Es cierto, que no es para nada pernicioso seguir una dieta rica en antioxidantes. E incluso es muy positivo dado a que la mayoría de los alimentos que los contienen, tienen un elevado valor biológico y son bastante saludables (frutas, verduras…)