La mayor parte de nuestras horas de vigilia las pasamos de pie. Ya sea caminando, corriendo, haciendo ejercicio o simplemente permaneciendo de pie en un mismo lugar, pasamos mucho tiempo de pie.
Cuando hablamos de equilibrio y estabilidad general, el complejo pie/tobillo desempeña un papel importante para garantizar que no nos caigamos. Con más de 70 músculos, huesos y articulaciones en cada pie y tobillo, es imperativo que incorporemos protocolos de entrenamiento aislados para garantizar que nuestros pies funcionen de manera óptima y eficiente. A lo largo de este artículo, destacaré los componentes clave de una rutina de pies y tobillos que se debe incorporar a diario. Estos incluyen aumentar la recepción sensorial de nuestros pies y aumentar la activación muscular intrínseca.
Recepción sensorial
Ya sea que lo sepas o no, tus pies siempre se están adaptando y ajustando al entorno que te rodea. Se realizan miles de pequeños ajustes en todo momento para mantener el equilibrio, y esto se hace en parte mediante pequeños receptores en todo el pie que envían estas señales al cerebro.
Por eso es imperativo estimular continuamente los pies para garantizar que siempre estén listos para adaptarse. Una forma rápida y sencilla de hacerlo a diario es simplemente hacer rodar la planta del pie con algún tipo de pelota. Hacer rodar el pie con una pelota de golf, una pelota de tenis o incluso una pelota de béisbol ayudará a aumentar la recepción sensorial en toda la planta del pie, lo que permitirá mejorar el equilibrio y la estabilidad a lo largo del día.
Activación muscular intrínseca
Ahora que ha aumentado la recepción sensorial de su pie, es importante promover la activación de los músculos intrínsecos pequeños del pie que ayudarán con la estabilidad. Esto se puede hacer simplemente practicando diariamente el equilibrio con una sola pierna mientras está descalzo. Pararse sobre una pierna es una manera fácil de desafiar realmente la capacidad de su pie para adaptarse a los cambios, y estar descalzo lo hará mucho más desafiante. Debe intentar realizar 1 o 2 series de equilibrio con una sola pierna durante el mayor tiempo posible.
Con tan solo unos pocos ejercicios sencillos realizados de forma regular, puedes mejorar la forma en que tus pies y tobillos se adaptan a las superficies que te rodean. Esto puede dar lugar a un mejor equilibrio, estabilidad e incluso a una mejora en tu rendimiento deportivo.