A pesar de que tengamos una voluntad decidida de perder peso, y tengamos controladas las variables de las calorías y número de comidas que vamos a realizar al día, el factor psicológico juega un papel mucho más importante de lo que podemos pensar a la hora de orquestar una dieta.
Y aunque al principio, incluso una dieta mal estructurada puede hacernos perder peso, veremos que a la larga sino lo hacemos bien estamos perdiendo el tiempo (de hecho, es peor el remedio que la enfermedad).
Perder peso y obsesión
Cada vez, le damos mucha más importancia somos más obesos, e invertimos mucho más dinero en tratamiento que en prevención. Y no paramos de cometer errores que no paramos de cometir de manera recurrente. Pero para perder peso de manera definitiva, hay muchas variables psciológicas que no damos importancia que nos afectan. Voy a proceder a explicar las principales causas mentales que nos afectan a la hora de perder peso:
Estrés
Podemos diferenciar dos tipos de estrés:
- El estrés físico o de huida, genera un efecto en nuestro cuerpo peculiar, pues predispone a nuestro cuerpo en alerta frente a una necesidad de energía inmediata. El cuerpo responde frente al estrés, liberando por nuestro cuerpo adrenalina y noradrenalina, que aumentará el flujo de sangre a tus músculos, liberando una mayor cantidad de glucosa en nuestra sangre, incrementando la frecuencia cardíaca para bombear sangre más rápidamente.
- El estrés, ocasionado por causas emocionales, se produce cuando nos sentimos desprotegidos, como lo puede ser el trabajo o cualquier situación sentimental complicada (muerte de un familiar, problemas de pareja…). Este tipo de estrés el que se genera cuando queremos perder peso, ya que como veremos a continuación, el obsesionarnos por perder grasa que lo que nos provocará, es que engordemos con mayor facilidad. Una importante diferencia entre el estrés emocional y el de huida, es que este último provoca que nuestro cuerpo comience a liberar adrenalina,y no cortisol como ocurre con el estrés emocional, posibilitando que se e incremente la grasa abdominal.
Cortisol
Los niveles más altos de cortisol, hace que no podamos almacenar energía por adipocitos y estimulará la salida de triglicéridos por parte de ellas. Lejos de ser bueno, como podría parecer, el cortisol también eliminará proteína muscular para que los aminoácidos liberados sean usados en la conversión a glucosa. Así, tenemos que cada vez que se genera estrés, el cuerpo responde liberando cortisol, el cual permanece unas 3 horas en nuestro cuerpo.
El problema, que cuando nuestro cuerpo libera cortisol, el músculo se empieza a atrofiar. El mecanismo se vuelve cada vez menos eficiente y el cuerpo almacenará más grasa para adaptarse a esta situación continuada de liberación de cortisol. Además, el tipo de grasa que se tiende a almacenar con este tipo de proceso, es en el abdomen.
Tener elevados niveles de cortisol, dan lugar a resistencia a la insulina, por lo que es normal que personas con estrés tengan hiperinsulinemia. Cuando esto se produce, se da un incremento de la cantidad de calorías consumidas debido a un mayor deseo de comida alta en azúcar y grasa.
Evitar la producción de cortisol
Emplear métodos de relajación, ayuda a reducir los nuestros niveles de cortisol, tanto en personas de avanzada edad o en personas más jóvenes. Se ha investigado que las técnicas de meditación ayuda a mantener buenos niveles de testosterona y hormona de crecimiento. No deberemos de olvidar que la hormona de crecimiento inhibe la secreción de cortisol.
El seguimiento profesional a nivel psicológico es fundamental, ya que se ha analizado que las personas que llevan tratamiento psicológico para afrontar mejor una dieta, consiguen perder peso de una manera más sostenible en el tiempo.