En muchos de los artículos de ejercicios en casa, ya hemos hablado de la importancia crucial que tiene ejercitar determinadas zonas, explicando pormenorizadamente las razones. Por ello, en esta ocasión queremos detenernos en una parte que muchos deportistas suelen pasar por alto, y es entrenar los trapecios, que es un músculo más importante de lo que a priori puede llegar a parecer.
En los entrenamientos clásicos de hipertrofia, en muchas ocasiones, se obvia el trabajo de trapecio, y es que se deja como un músculo que no se sabe especialmente bien dónde incluirlo y que se suele trabajar junto al hombro o espalda. La verdad, es que los trapecios se ejercitan indirectamente con muchos movimientos como el peso muerto, las elevaciones laterales, o con los presses militares, y si tenemos una buena genética muscular en dicha zona, se desarrollará convenientemente.
Los trapecios, son una parte integrada en el hombro que está implicada en los movimientos que realizamos con éste. Como ya sabemos el hombro está formado por una serie músculos, entre ellos el trapecio, que también influyen en los movimientos que vamos a realizar. Para comprender el papel de los trapecios, debemos conocer a la perfección cómo funcionan las escápulas.
Las escápulas sirven entre otras cosas, para sostener peso por encima de la cabeza, estando éstas colgando de la columna vertebral a cada uno de nuestros lados, pero unidas por los trapecios, que funcionan como elemento de unión. Por esta razón, a la hora de aguantar el peso de la cabeza, y el que levantamos por encima del cuerpo los trapecios tienen un papel fundamental, ya que cuanto más fuertes, mejor podremos aguantar el peso por encima de la cabeza, y menos propensos seremos a sufrir lesiones.
Tener entrenados los trapecios, no sólo es importante para nuestra estética, pues son uno de los músculos que mayor sensación de tamaño dan, sino que sirven para paliar posibles descompensaciones musculares y evitar lesionarnos.
