En las fiestas de Semana Santa o Pascuas, es habitual que nos excedamos con la comida. Solemos romper el ritmo alimenticio y de entrenamiento, lo que se acaba traduciendo en una subida de peso. Pero, en el artículo de hoy, os quiero dar una serie de claves interesantes para que podáis mantener la dieta y no ganar más grasa.
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Ayuno intermitente
Personalmente, soy un creyente en esta técnica. Ayuda a oxidar grasa y a reducir el número de calorías ingeridas. La clave está en realizar etapas de 16 horas sin comer nada, precedidas de 8 en las que sí comemos. No será necesario atiborrarnos, ni comer de forma diferente. Únicamente, que reducimos el horario en el que comemos a este horario.
Os pondré un claro ejemplo: Imaginaos que acabáis de cenar a las 21 de la noche. No tomaremos nada durante lo que queda de día. Nos levantamos al día siguiente a las 8,00 y no deberemos desayunar. En este sentido, hasta las 13,00 no deberemos de comer nada. Así, conseguiremos cumplir las 16 horas de ayuno. Como podéis comprobar, al englobar las horas de descanso se hace más ameno.
Realizar todas las comidas que podamos bajas en calorías
Las fiestas de Pascua o Semana Santa son momentos en los que vamos a tener un gran número de comidas sociales. Entre las fiestas familiares y las quedadas con amigos, solemos tener una gran cantidad de eventos que boicotearán nuestra dieta. Por ello, una estrategia de control de calorías eficiente es procurar reducir la ingesta durante el mismo día que tengamos un acto social.
Es decir, ayunar por la mañana, realizar la comida trampa y posteriormente tener una cena frugal puede ser clave para controlar la alimentación. De esta manera, mantendremos la cantidad de calorías ingeridas estables. Es una buena forma de no engordar desmedidamente durante las vacaciones. Realmente, no es lo óptimo ya que consumir alimentos de baja calidad nutricional es negativo para nuestra dieta.
Entrenar los días de mayor actividad física
Lo más inteligente es entrenar durante los días que sepamos que más nos vamos a pasar con la comida. Además de que vamos a controlar más niveladas las calorías consumidas y las quemadas, destinaremos las mismas a mejorar nuestra recuperación. De esta manera, ya no únicamente conseguiremos no engordar, si no que podremos rendir mejor al tener mayores recursos nutricionales para entrenar/recuperarnos.

