Las grasas, han sido el verdadero enemigo en las dietas para adelgazar que se han ido construyendo hace ya unas décadas. Se pensaban, que eran, el verdadero enemigo a combatir y a mantener bajo control, restringiendo su consumo enormemente. ¿Pero realmente una dieta baja en grasas era la solución?
La razón, en parte, derivaba de la creencia de que existía cierta correlación entre la grasa corporal y la que poseen los alimentos. Siendo el principal problema de que engordemos, la grasa habida en las nueces, aguacates y demás alimentos. Además, de que se trata del macronutriente que más calorías aporta de todos (que en efecto, así es).
Pero, no significa que se corresponda toda esta información con la realidad. De hecho, en el artículo de hoy, vamos a analizar si realmente una dieta baja en grasas es más efectiva o menos efectiva, que una dieta rica en hidratos de carbono a la hora de ganar o perder peso.
Es importante poner todo en su contexto para descubrir cuál es la realidad sobre el tema. Descubramos, si en efecto una dieta baja en grasa ayuda de verdad a bajar de peso.
¿Es efectiva una dieta baja en grasas?
El problema, es que las dietas bajas en grasas, siempre han sido atacadas. Pero, nunca se ha abordado su real eficacia a largo plazo a nivel científico. Y para ello, vamos a analizar los resultados ofrecidos en un metaanálisis que abordaba el problema de fondo.
Y en cuestión, el nombre de la Investigación es «Effect of low-fat diet interventions versus other diet interventions on long-term weight change in adults: a systematic review and meta-analysis«, que se trata de un trabajo especialmente importante por una serie de razones.
Entre ellas, destaca que es una revisión sistemática de ensayos intervencionales. Éstos, lo que viene a decir que nos aporta una serie de conclusiones más fiables que estudios basados en la observación. La segunda de las razones, es porque la investigación está basada en observaciones realizadas a largo plazo. Que son fundamentales para analizar en profundidad este tipo de cuestiones. Y la última, que cuenta con prestigiosos investigadores de la talla de Ludwig y Hu que forman parte de la Harvard School of Public Health.
Resultados de la revisión
Los resultados sobre si el efecto de una dieta baja en grasas es más efectivas que una baja en hidratos de carbono, fueron interesantes, y bastante concluyentes.
En los ensayos que se centraron en adelgazar, las dietas baja en hidratos de carbono fueron más efectivas que las bajas en grasa. Estas últimas, no resultaron ser más útiles a la hora de bajar de peso respecto a dietas con mayores cantidades de grasa. De hecho, en determinadas intervenciones, se vio que eran más útiles a la hora de adelgazar las dietas altas en grasa, cuando los niveles de triglicéridos no eran lo suficientemente elevados en las dietas bajas en grasa.
Adicionalmente, los estudios que se centraban en analizar el mantenimiento de peso, evidenciaron que las dietas bajas en grasas, y aquellas que tenían una mayor cantidad, no demostraron ser diferentes a la hora de perder peso. Así que, en ninguno de los casos, una dieta baja en grasas resulta de mayor una utilidad que una con mayor cantidad en este macronutriente a la hora de perder peso.
Conclusiones
Básicamente, lo que estos estudios nos están indicando, es que los efectos a la larga de una dieta baja en grasa no demuestran ser más útiles. El tema, es que a corto plazo, parecen ser útiles. Pero en cuanto se prolonga el seguimiento en el mantenimiento del peso perdido, no demuestra ser la grasa una variable realmente influyente. De hecho, los hidratos de carbono tienen más que ver en este sentido.
Con lo último, tampoco quiero decir que las dietas bajas en carbohidrato sean la mejor solución del mundo. Lo realmente importante, es mantener una dieta adecuadamente equilibrada desde el punto de vista nutricional. Nada de que un determinado macronutriente sea el verdadero problema. Pues nuestro cuerpo necesita de todo para operar correctamente.