Cómo utilizar la hipertrofia sarcoplásmica para el crecimiento muscular

La teoría de la hipertrofia sarcoplásmica ha existido durante décadas y sigue siendo una fuente de controversia. La clave para entenderlo comienza con un poco de fisiología muscular. El músculo esquelético está compuesto por aproximadamente un 75 por ciento de agua, con proteínas miofibrilares (actina y miosina) y proteínas no miofibrilares (sarcoplásmicas) que comprenden el resto. El líquido que rodea a estas proteínas es el sarcoplasma y es fundamental para mantener la función muscular adecuada. Las proteínas miofibrilares son las encargadas de realizar la contracción muscular.

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