Aunque a diferencia de otros países, en España se está acelerando la cantidad de personas que padecen sobrepeso y obesidad. Puede, que al compararlo con EEUU, estos datos no sean alarmantes porque en 2011 se dató que más del 65% de la población tiene sobrepeso u obesidad. Pero sea como fuere, es importante que seamos conscientes que casi 50 años antes, comíamos de media al día 300 calorías menos.
Estructura física y calorías quemadas
La influencia del incremento de personas con el peso corporal, se deben a peores hábitos de alimentación y al sedentarismo. En base a este punto, los investigadores de la Universidad Washington de Medicina en St. Louis, analizó el efecto de la composición corporal a la hora de perder peso.
Se centraron en predecir el gasto energético durante el paseo y la carrera centrados en nuestra complexión. Se dieron cuenta de que la energía necesaria para aguantar el peso, y conseguir acelerarlo determinó claramente la cantidad de calorías que se quemaba.
Es decir, que aquellas personas que pesaban más, tenían a su vez, una mayor facilidad para perder peso. Y no es necesariamente por cuestión de grasa corporal, sino por razones meramente estructurales. A una persona que le pesen más los huesos, se verá sujeta por este mismo efecto.
La forma de llegar a esta conclusión, fue la relación existente entre la estructura corporal y la energía que se consume. Para este estudio, se analizó también el movimiento en perros y cabras, que ayudó a determinar con más precisión esta teoría. Por ejemplo, se vio que tener unas extremidades más largas, contribuía bastante a quemar más calorías al hacer ejercicio.
Conclusiones
Podemos decir, por lo tanto, que aquellas personas que son más altas consumen más calorías que aquellas personas con menor estatura. Aunque por cuestiones de pura física, podemos hallar lógicamente esta relación, a veces conviene reforzarlo científicamente para salir de dudas. No siempre, la lógica acierta y saca las conclusiones reales sobre el tema.